MENSAJE DE JUAN CARLOS BRAVO

Estimadas amigas y amigos:

Quise escribirles algo para poder esbozar mejor mi sentir en este momento de mi retiro de la empresa, porque de todas maneras, al dirigirme verbalmente a ustedes los sentimientos que afloran y las emociones no me permitirían hilvanar frases que representaran mejor lo que siento.

Les comenté en días anteriores a un grupo de compañeros de oficina que me saludaban, una conversa con alguien que me visitó en mi puesto de trabajo, me preguntó. “¿oye Juanca, que se siente llegar a esta etapa de la vida laboral?”, le respondí que realmente no me había dado cuenta de cómo tan vertiginosamente había pasado el tiempo, le dije, no sé por dónde pasaron estos 43 años…rápidamente me interrumpió y dijo … “no pasaron…se te quedaron”, reímos por su comentario y me quedé pensando que tenía razón, esos 43 años los sentía en mi físico, mis movimientos y energía no son iguales a los de 20 o 30 años atrás, y mi pelo y mi piel también habían cambiado, pero, así como había cambiado mi cuerpo…y no solo en el ancho, también había crecido internamente, mi experiencia, mis conocimientos, mi amor por la familia, mi cariño por todos mis compañeros de labores, porque aprendí día a día de cada uno de ustedes, la generosidad, la convivencia, lo técnico, familiar, amistoso o religioso, siempre aprendí, de las buenas y de las malas experiencias compartidas o comentadas, todo me ayudó a salir adelante y sentirme realizado profesionalmente y también como esposo y padre de familia.

A la empresa le debo un especial reconocimiento también, porque creyó en mí y me mantuvo contratado sin interrupción desde mi egreso de la gloriosa Universidad Técnica del Estado UTE, desde octubre de 1974.

Disfruté mucho de mi trabajo y de la familia Cade Idepe, me entregué por entero cuando formé y dirigí el Club de Pesca por casi 40 años, consiguiendo conocer a maravillosas personas, ustedes y sus familias, sobre todo en las inolvidables excursiones que hicimos a Hornopirén, Alto Bio Bio o Entre Lagos en Osorno por nombrar las más extensas y recordadas, así como también, cuando organicé y participé en el coro Proyecto Música de nuestra empresa por 15 años , amenizando encuentros artísticos, fiestas patrias y navideñas anualmente en la empresa y fuera de ella y también estando presente en las tristes despedidas de amigos y cercanos que partieron al descanso eterno.

Amigos les estoy eternamente agradecido por acompañarme a celebrar la bienvenida a esta nueva etapa de mi vida, prefiero la palabra bienvenida que suena a alegría a la palabra despedida que normalmente evoca melancolía o tristeza.

Ha coincidido este cambio, con fin de año y el tiempo de Navidad que es el buen momento para hacer crecer nuestra vida interior, con alegría, oración, esperanza y buenos deseos para el futuro.

Un gran y afectuoso abrazo a cada uno de ustedes, que Jesús recién nacido les colme de bendiciones y nuevamente… gracias por ser parte de mi vida.

Con ustedes siempre:

Juan Carlos Bravo Labrín.