Mucho se habló en estos últimos días de la dignidad de los trabajadores, incluso fue el caballito de batalla de mi presidente en la última asamblea donde incluso tubo un arranque de apasionamiento que lo llevó a estar dispuesto a dejar su cargo sindical si la asamblea no votaba por el día viernes. Debo reconocer que su propuesta me tomó por sorpresa, y al ver la reacción de algunas personas traté de salvar la situación guardando silencio porque de continuar el tema podría haber ocasionado mas de algún desaguisado.
Analizando ahora con mas calma la situación, encuentro que ha sido lamentable que sus palabras emotivas llenas de sentimiento que expresaban su sentir en ese minuto finalmente se trasformaran solo para la chacota.
Por lo mismo la propuesta que yo quería llevar a la asamblea quedó guardada en mi bolsillo, pero ahora que todo está terminado quiero expresarles mi sentir.
Yo no soy de esas personas que todo en la vida se les ha dado gratis, tal como a la mayoría todo lo que he obtenido me costado sacrificio, y creo firmemente que ese sacrificio me ha hecho mas digno.
En primer lugar, manifestarles que para mí la huelga implica un sacrificio en todo sentido incluyendo por supuesto un sacrificio económico. Por lo tanto, yo estaba en contra de estar una hora parados en la calle y que después se pague por eso, considero que defender la dignidad no tiene precio.
Es cierto que hay un acuerdo de asamblea para financiar una huelga, pero para mi eso significa estar en huelga, al menos un día manifestando en la calle.
Pero si hablamos de dignidad eso no significaba estar una hora ó una hora y media en la calle sin costo, debiera haber un mínimo de sacrificio, algo tenemos que entregar para hacer de esta acción, un acto de dignidad sincera, cada uno de nosotros debía asumir el costo de estar en la calle, y no esperar que se pagara ese tiempo, piensen que cada uno de nosotros no será ni más rico ni más pobre por una hora menos de sueldo.
Siento que el pago por estar un rato en la calle defendiendo nuestros derechos es contrario a la dignidad que se pregona.
Se imaginan ustedes en que habría terminado la asamblea si yo hago esta propuesta, de verdad no se dieron las circunstancias.
Así y todo la directiva actuó como un todo y mi lealtad hacia Horacio, Alex y cada uno de ustedes sigue siendo la misma.
Mi pensamiento no cambia en nada lo acordado en la asamblea, pero les informo que yo no recibiré el reintegro de mi hora como espero que también lo hagan aquellos que llegaron a ultima hora, y los que liza y llanamente no aparecieron a esta manifestación matutina. La dignidad y los costos de aquello que apreciamos están en la conciencia de cado uno.
Alfonso Aguilar.
martes, 12 de mayo de 2009
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