Luego de casi Nueve Años de pertenecer a Cade-Idepe, actualmente Amec-Cade ha llegado la hora de despedirme de ustedes, ya que el 28 de Diciembre pasado fui despedido al reintegrarme al trabajo tras permanecer siete meses con licencia médica producto de una intervención quirúrgica en mi rodilla derecha y el difícil proceso de rehabilitación que ella implicó. Sin embargo, nunca imaginé que mi retorno a la empresa alcanzaría una duración tan fugaz, ya que esa misma tarde se me comunicó el término de mi contrato y, por consiguiente, mi desvinculación de la empresa.
Es por esta razón, queridos compañeros de Amec-Cade, debo despedirme forzadamente de ustedes y no puedo negarles que ello me provoca muchos sentimientos encontrados.
Por una parte, me parece importante mencionar que en el transcurso de estos años pude ratificar que el éxito de una empresa se encuentra directamente relacionado con el grupo de personas que la conforman. En este sentido, considero que el equipo de profesionales que dan vida a Amec-Cade es realmente competente y no me cabe duda, que ello ha permitido posicionar a la empresa en un lugar privilegiado dentro de la ingeniería nacional.
En lo personal, recordaré mi paso por Amec-Cade como una experiencia enriquecedora, la cual me posibilitó nutrirme de nuevos saberes y perfeccionar los conocimientos ya adquiridos en el rubro, especialmente, en el área Papelera y Celulosa. Asimismo, quiero utilizar esta instancia para manifestar mis más sinceros agradecimientos a todos y cada uno de los compañeros con los que tuve la oportunidad de trabajar y compartir, ya que me entregaron valiosas enseñanzas. Las cuales, me ayudarán a ser un mejor profesional en la nueva travesía laboral que deberé comenzar, porque junto al término del año 2009 ha finalizado mi recorrido por la senda de Amec-Cade.
Sin embargo, el inicio del año 2010 ha sido auspicioso para mí en esta materia, ya que me ha dado a elegir entre cinco itinerarios distintos para continuar mi caminar. El primero de ellos lo deseché en forma inmediata, porque implicaba retornar a una vía que se te había cerrado abruptamente hace una semana atrás. Por consiguiente, debía elegir una de las cuatro rutas restantes.
Hoy es 01 de Febrero y les escribo para comentarles que ya decidí la senda que seguiré desde ahora en adelante, me acabo de integrar a “Bechtel”. Lo cual, me tiene muy contento porque después de nueve años volveré a trabajar en el mundo de la minería, la cual siempre esta ligada a Proyectos con Tecnología de Punta, la cual deja mas enseñanza agregada a mi experiencia laboral, debido a las exigencias, que implican la participación en este tipo de proyectos.
De los Sentimientos Encontrados
Lamentablemente, también me voy con una gran frustración de Amec-Cade, pues durante los siete meses que se prolongó mi licencia médica nunca recibí un mail o una llamada telefónica del Departamento de Personal ni del de Relaciones Humanas o de mis Ex jefes a los cuales siempre les fui leal en el desempeño de mi trabajo con ellos. En otras palabras, no existió desde la empresa un mínimo gesto de cortesía o preocupación por mi estado de salud.
Esta situación me hizo recordar y reafirmar la frialdad que envuelve al mundo de la ingeniería, un rubro donde las personas no son más que números, cifras valorizables en pesos, en dólares o en euros dependiendo de la ocasión… De ello se desprende, que tu calidad profesional se encuentre estrechamente asociada al delta que logras dejar en favor de cada proyecto en que participas. Es decir, a mayor ganancia para la empresa serás catalogado como un mejor profesional, pero de no cumplir con los plazos establecidos o si algún factor conlleva a que el balance financiero de la obra bordee los números rojos tus competencias laborales serán rápidamente puestas en cuestión, transformándote en un elemento negativo para el desarrollo de la Organización.
De acuerdo a la lógica anterior, entonces me pregunto para qué sirve “tener la camiseta bien puesta”, cuánto valió interrumpir una licencia médica para viajar a colaborar en la solución de los problemas presentados en terreno. La verdad, es que no de mucho, ya que todo se olvida a excepción de los propios intereses de la empresa. Por esto compañeros, no se confundan al escuchar sus elaborados discursos y tengan presente que sólo somos para ellos un número más, el cual cobra o resta importancia según la ganancia económica que nuestra fuerza de trabajo les pueda generar.
Por todo lo anterior solo me falta agradecerles por recordarme, lo que soy, solo un valor, ¿pensar que por algún tiempo creí que me estaban viendo como un ser humano, como compañero de trabajo?, gracias nuevamente por recordarme, que uno solo es un numero para las empresas de Ingeniería y que uno debe ser el primero en valorizarse y no caer en el cuento de la camiseta, “eso no existe”.
Lo Destacable de Amec-Cade
Sin lugar a dudas es su Sindicato, una organización con principios claros y una sólida trayectoria. La cual, ha posibilitado tanto defender los derechos de los trabajadores como la obtención de numerosos beneficios en las áreas de salud, remuneraciones, jornada laboral, trabajo en terreno, indemnización, capacitación, colación, vestuario, becas de estudio para los socios o sus hijos, recreación, entre otros.
Al respecto, me parece fundamental destacar el papel protagónico que han desempeñado los Dirigentes de nuestro Sindicato en las conquistas mencionadas. Quienes, a mi parecer son de lujo, esforzados, perseverantes y poseedores de una gran vocación de servicio. Sin embargo, muchas veces su labor ha sido desconocida y fuertemente criticada por los socios.
Por esta razón, me gustaría hacer un llamado a cada uno de ustedes para solicitarles que reflexionen sobre el trabajo que ha hecho y hace la Directiva de nuestro Sindicato. ¿Somos realmente concientes de cuánto tiempo ellos han dejado de dedicar a sus seres queridos para idear o discutir sobre convenios, planificar actividades, diseñar estrategias que nos beneficien a todos? ¿De qué manera he colaborado yo con esas iniciativas? Es fácil delegar a otros las responsabilidades, reprochar cuando se cometen errores, pero resulta muy difícil tomar la iniciativa, proponer soluciones concretas, defender en la práctica nuestros derechos, negociar con los empleadores, mantener una postura firme, consecuente, sin vacilaciones ante las futuras represalias y, además, cumplir en forma intachable con nuestros deberes sindicales y laborales.
Asimismo, estimo conveniente recordar que en Septiembre del presente año tendrá lugar una nueva negociación colectiva. En la cual, se discutirá sobre el décimo tercer mes, las tres horas de libre disposición y, por supuesto, la reducción en las remuneraciones. Será una lucha dura, pero tengo la confianza en que afrontarán este proceso con sabiduría, en forma planificada y que desplegarán todas sus fuerzas en un trabajo conjunto para lograr los resultados esperados. Lamentablemente, yo no estaré con ustedes en ese momento, pero les puedo contar que tres de las sendas que se me presentaron para elegir tenían décimo tercer mes, gratificación legal, un bono por almuerzo que realmente alcanza para comer en el sector Apoquindo y un bono de locomoción que sirve como tal. Sin embargo, la jornada laboral es más extensa, 45 horas semanales, las cuales son compensadas con una mayor remuneración mensual.
De lo Prometido como Amec-Cade
El nacimiento de Amec-Cade nos fue anunciado como el inicio de una nueva etapa, un período auspicioso que nos permitiría trabajar en una empresa sólida a nivel internacional, la cual nos aseguraba la adjudicación de numerosos proyectos y la estabilidad laboral por varios años. Aún recuerdo, el apoteósico cocktail que se ofreció para presentarnos al encargado para America Latina “es lo único que recuerdo como exitoso en lo que llevamos como Amec-cade”.
Sin embargo, el arribo de la crisis económica terminaría rápidamente con la prosperidad para sumergirnos en un proceso de confusión total. Se nos perdió la Luz del Faro que teníamos, el encargado de guiarnos a buen puerto, se nos extravió el Gurú para America Latina y comenzamos a navegar sin proyección alguna, entramos en un periodo de total confusión en su estructura de negocio y la precaria comunicación agudizó la incertidumbre, la sensación de avanzar sin rumbo. Sólo un aspecto fue clarificado, las proyecciones económicas que esperaba alcanzar la empresa con o sin crisis.
Se me contó que venía una restructuración en la forma de dirigir Amec-Cade, filial Chile, ojala que sea bien pensada y enmienden al fin un buen rumbo que les permita traer tranquilidad laboral a los compañeros que seguirán perteneciendo a Amec-Cade, lo que para muchos como el que se despide fue una medida tardía, ya estamos caminando por otra senda completamente distinta a Amec-Cade.
Bueno queridos colegas o excompañeros de trabajo, deseo que se arregle su caminar en este 2010, ya que a mi me hicieron elegir obligatoriamente un nuevo camino y ahora estoy muy agradecido de mis ex-jefes por ello. En estos momentos, me siento lleno de energías y ansioso por comenzar en esta nueva casa que me acogió. La cual, en un corto tiempo, me ha hecho sentir la importancia que tienen mis años de experiencia y el valor de los conocimientos que he adquirido a través de tantos proyectos en los que he participado, por eso es muy importante siempre recordar que el primero que se debe valorizar debe ser uno y si no lo haces siempre se aprovecharan de tu persona, piensa siempre que tu eres una empresa la cual conlleva a tu familia y así lograrás una remuneración justa según tu perspectiva y necesidad.
Hasta la vista compañeros, sé que nos seguiremos encontrando ya que el mundo de la Ingeniería en Chile es muy pequeño y sus múltiples caminos se suelen entrecruzar y en mas de alguno volveremos a encontrarnos.
Me despido de ustedes, con un abrazo fraterno de humildad y la esperanza que vendrán años mejores para la Ingeniería, los cuales traerán el reconocimiento de nuestra labor en el progreso de este país.
Rubén Valenzuela P.
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